“El objetivo aparente del sistema mundial actual es producir más personas con más (alimentos, bienes materiales, aire y agua limpios) para cada persona. [...] si la sociedad continúa aspirando a esta meta, - ya afirmaban los autores de Los Límites del Crecimiento en 1972 - eventualmente alcanzará una de los muchos límites planetarios”.
*Por Sofía Speciali
Cincuenta años después, leer y escuchar sobre los múltiples impactos ambientales que nuestra sociedad está generando y sus drásticas consecuencias, se vuelve cada vez más cotidiano. Pero en su momento, cuando desde el Club de Roma se encomendó esta investigación, poco se hablaba de ello. Los Límites del Crecimiento fue uno de los primeros trabajos en advertir sobre los efectos que un crecimiento socioeconómico pensado sin limitaciones provocaría en un planeta de recursos finitos. Se lo considera uno de los libros más importantes e influyentes del siglo XX, ya que tuvo un rol clave en el surgimiento del movimiento ambiental y puso en alerta a los políticos y a la sociedad entera sobre los peligros asociados al cambio climático, a la contaminación ambiental y al uso indiscriminado de recursos.
Pero, ¿qué es exactamente lo que se realizó en este estudio? Los autores analizaron las causas y consecuencias del crecimiento exponencial del sistema socioeconómico global utilizando Word3, uno de los primeros modelos informáticos que permite evaluar futuros escenarios posibles basándose en la evolución de distintas variables en el tiempo. Se estudiaron, desde una perspectiva sistémica, los cinco factores clave que determinan el crecimiento en la Tierra: población, consumo de recursos naturales no renovables, producción de alimentos, producción industrial y contaminación persistente del medio.
Las principales conclusiones a las que llegaron fueron:
Si las tendencias actuales de estos factores no se modifican, los límites de crecimiento del planeta se alcanzarán dentro de los próximos 100 años, provocando un colapso planetario.
Sin embargo, es posible alterar estas tendencias de crecimiento y transitar hacia una estabilidad ecológica y económica que satisfaga las necesidades materiales básicas de toda la población mundial, permitiendo su desarrollo humano.
Cuanto antes se comience a trabajar en esta transición, mayor serán las posibilidades de lograrlo.
Los años posteriores a su publicación fueron de críticas y debates. Pero a medida que transcurrió el tiempo, la evidencia científica se volvió abundante y contundente. Hoy, luego de medio siglo, las proyecciones realizadas en aquel entonces quedan comprobadas, y no se puede negar el inminente peligro que nos aqueja. Año trás año, la temperatura media global se vuelve más cálida, la superficie de los glaciares se reduce, el nivel del mar aumenta, los océanos se acidifican y el número de especies en peligro de extinción es cada vez mayor. Nuestras actividades socioeconómicas ya han superado límites planetarios y se han vuelto insostenibles. La amenaza de colapso es más fuerte que nunca: estamos empujando a nuestro planeta hacia puntos de inflexión que de ser pasados, alterarán por completo y de manera irreversible los sistemas que sustentan la vida.
Bajo esta situación de urgencia, desde el Club se está trabajando en cinco ejes principales con el fin de impulsar las transformaciones necesarias para virar hacia un futuro sostenible. Estos son:
Nuevas civilizaciones emergentes: se necesita un cambio de paradigma en nuestra matriz de creencias y de los complejos sistemas socioeconómicos, financieros y culturales que rigen nuestro día a día. Debemos repensar nuestros cimientos, que en definitiva son la raíz de la actual crisis ambiental.
Emergencia planetaria: a la crisis climática, de biodiversidad y de salud hay que abordarlas de manera conjunta para lograr los cambios necesarios. No se pueden trabajar de forma aislada.
Replanteamiento de la economía: la forma en que medimos el progreso humano y planetario debe desprenderse del obsoleto modelo económico lineal que promueve el crecimiento del PBI a toda costa. Se necesita un sistema económico con mayor enfoque en el bienestar económico, social y ambiental, que reconozca un equilibrio entre las personas, la prosperidad y los límites planetarios.
Repensar las finanzas: el sistema financiero mundial actualmente actúa como un medio de acumulación de riqueza para una élite reducida, sin tener en cuenta las externalidades negativas del daño ambiental y las desigualdades sociales. Se necesita un nuevo sistema financiero sostenible como pilar central de una nueva economía que sirva tanto a la humanidad como al planeta.
Liderazgo juvenil y diálogos intergeneracionales: los jóvenes se han vuelto actores claves de la lucha ambiental. Debemos fomentar su educación, acción y compromiso, como así también alzar su voz.
Ya no basta con hacer declaraciones y dar discursos. Responder frente a esta crisis es imperioso. Si queremos aprovechar nuestra última ventana de oportunidad, debemos dejar de postergar la agenda ambiental.
La celebración de los 50 años de Los límites del Crecimiento nos invita a reflexionar sobre el trayecto recorrido y el que aún nos queda por recorrer en esta transición hacia una sostenibilidad socioambiental. La complejidad de la situación y la falta de compromiso en estos últimos años no deben hacernos perder de vista los logros conseguidos hasta el momento. Hay que analizar dónde estuvieron los aciertos y las fallas, y tomar las medidas exitosas como ejemplo, para así aprender del pasado y encarar el futuro inmediato con soluciones creativas e innovadoras. Ahora más que nunca, es momento de unir nuestros esfuerzos y energía en pos de accionar en el presente para transformar nuestro futuro.
Para continuar reflexionando juntos, te invitamos a sumarte el próximo 20 de abril al primer encuentro del año del Ciclo Conversaciones Club de Roma donde debatiremos sobre estas problemáticas junto a organizaciones y personas referentes ambientales del país.
*Sofia Speciali es Lic. en Cs. Ambientales y parte de la Fundación Club de Roma.
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