Desde la Fundación de Club de Roma junto con Ford Argentina, y en el marco del armado de la Red de Biosistemas, viajamos a Salta para trabajar con la Escuela Agrotécnica de la Escuela 3160 de la Comunidad de Rivadavia Banda Sur, con el fin de avanzar hacia la segunda etapa del proyecto.
Hace más de 10 años que trabajamos junto a Ford Argentina y comunidades rurales del Norte de nuestro país, en el desarrollo de proyectos ecosistémicos y circulares que permitan incrementar la soberanía alimentaria, hídrica y energética de las mismas.
Durante el 2022 trabajamos juntos en el diseño y desarrollo de 4 nuevos biosistemas en conjunto con escuelas y comunidades rurales de Vaca Human, Chira y Campo Cejas en el departamento de Salavina, Santiago del Estero y de Rivadavia Banda Sur, Salta. El objetivo fue contribuir a un desarrollo sostenible con una adaptación real a los efectos del cambio climático, ya que la mayoría de estas comunidades alejadas de los centros urbanos se encuentran desprovistas de los servicios básicos y los derechos humanos esenciales.
Pero, ¿qué son los biosistemas? Se trata de sistemas semi-cerrados que funcionan de forma descentralizada y circular emulando los ecosistemas naturales. Cada parte del sistema está en articulación con otra para retroalimentarse. Cada uno de los bio sistemas que desarrollamos integran obras de acceso a agua segura, colectores solares, biodigestores, composteras, huertas e incorporación de árboles nativos contemplando las capacitaciones in situ de las comunidades para el uso y mantenimiento de cada una de estas tecnologías.
En esa primera etapa del proyecto que se llevó a cabo en el 2022, instalamos en cada escuela de las comunidades visitadas cisternas de placas, biodigestores y colectores solares.
Este año viajamos nuevamente para avanzar con la segunda etapa del proyecto que consistió en acompañar el desarrollo de 2 emprendimientos sustentables en esas mismas comunidades buscando fortalecer entonces - además de la autonomía hídrica, energética y alimentaria- la autonomía económica de las comunidades.
En este viaje, sentamos las bases para un emprendimiento de viverismo de nativas, que comercializará especialmente plantas del chaco salteño. El predio ya contaba con una estructura de hierro a la que sumamos materiales e insumos como alambres, caños, plásticos, media sombra, tubetes, macetas, semillas y más. Durante las jornadas, trabajamos junto con la comunidad, y contamos también con la participación de alumnos y alumnas de la escuela en la siembra de plantas; acción que además, contribuirá en la reforestación y regeneración del ambiente.
¡Conocé el nuevo vivero!
Y también, acompañamos el desarrollo de un emprendimiento de apicultura. Hicimos entrega de equipamientos e insumos para el montaje de una sala de apicultura que será parte de la institución, y les permitirá a los estudiantes de la comunidad aprender acerca de la apicultura, fomentar la soberanía alimentaria, y generando fuentes de ingreso para promover la autonomía económica mediante un emprendimiento.
Nos queda por delante la tercera etapa que contempla el desarrollo de estrategias y canales de comercialización justa que permitan potenciar los ingresos de las comunidades en las que impulsamos los biosistemas.