El 22 de marzo de 1993, se celebró por primera vez el Día Mundial del Agua. Esto surge, un año antes, en 1992, en una conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, llevada a cabo en Río de Janeiro, Brasil.
Pero apenas hace 13 años la ONU reconoce el agua y el saneamiento como un derecho humano fundamental para la vida. Luego, este valioso recurso natural tuvo otros reconocimientos, como fue el del año 2013 “Año Internacional de Cooperación en la Esfera del Agua” y el Decenio “Agua para el Desarrollo Sostenible 2018-2028”.
El agua es un recurso natural, considerado como el “oro líquido del planeta”, por su alto valor e importancia para la vida humana, el desarrollo y preservación de la vida total en el planeta: es considerado un derecho fundamental para esto.
Este recurso, es considerado también, como un Derecho Humano, por lo tanto, todas las personas que habitan el planeta deberían tener acceso al agua potable. Cosa tan alejada de la realidad, ya que existe un gran porcentaje de la población del mundo, casi un tercio del total, que no tiene acceso a aguas seguras.
Según la ONU, las poblaciones más afectadas son aquellas de menores recursos económicos donde el “saneamiento de las aguas” es un verdadero lujo. Se estima que anualmente, fallecen en todo el mundo alrededor de 3,5 millones de personas debido a enfermedades relacionadas con el agua.
Se estima que en nuestro país, un 20% de casas no tiene acceso a agua potable. De estos hogares, un 15% no tienen necesidades básicas cubiertas. Y gran parte de estas familias se encuentran en barrios populares o en zonas rurales aisladas, teniendo, en muchos casos, que caminar kilómetros para llegar a la fuente de agua más cercana.
Desde el Club de Roma Capítulo Argentina, impulsamos Agua para el Desarrollo, un proyecto que busca visibilizar la problemática y aportar a su solución. En el marco de este proyecto, se realizaron obras de acceso al agua en 14 comunidades de las provincias de Salta, Chaco, Santiago del Estero y Misiones. Allí se instalaron molinos para bombear agua superficial, cisternas para captar agua de lluvia, sistemas de filtrado de agua y bombas de émbolo, buscando que las comunidades se involucren, tanto en la participación como en capacitación sobre el uso de estas tecnologías. En 2022, se realizaron obras en las comunidades de Vaca Human y Chilca, ubicadas en el departamento de Salavina, Santiago del Estero, y en la escuela 3160 del departamento de Rivadavia, Salta, sumando a las obras de acceso a agua, la incorporación de energías renovables, huertas y composteras, bajo una lógica ecosistémica.
Si bien, el 97% de nuestro planeta es agua, sólo el 2,5% es dulce, y no toda es apta para el consumo humano, ya gran parte de ésta se encuentra congelada. Se estima que, aproximadamente, el 90% del total de los recursos hídricos, están en la Antártida.
Por esto, es que la ONU, busca implementar un Desarrollo Sostenible de este recurso, para que la mayor cantidad de personas puedan acceder éste.
La implementación de políticas y obras para el desarrollo y uso sustentable y sostenible del agua es responsabilidad de los grupos económicos y políticos más poderosos. Pero nosotros debemos colaborar con pequeñas acciones como, por ejemplo: evitar fugas en griferías, utilizar un sistema de control de agua en el inodoro, moderar el agua al lavar los platos, baños de corta duración, evitar lavarropas y lavaplatos para cantidades mínimas, etc.
Pero, ¿cómo impacta el cambio climático sobre el agua?
El agua no escapa a los efectos del cambio climático. Uno de los cambios más significativos para la vida terrestre, fue la variabilidad en el ciclo natural del agua. Esto provoca fenómenos meteorológicos extremos, reduce la capacidad de previsión de la disponibilidad de recursos hídricos, disminuye la calidad del agua, y constituye una amenaza al desarrollo sostenible, la biodiversidad y el disfrute de los ecosistemas.
El agua es el medio a través del cu
al la sociedad entera percibe muchos de los impactos de la crisis climática. Esta alteración en el ciclo del agua produce
variaciones extremas como sequías e inundaciones. Un caso cercano, es la dolorosa situación del Embalse de Canelón Grande, en Canelones, Uruguay: se secó. Esta situación es realmente preocupante ya que no se sabe cómo va a repercutir en el ecosistema. Por otro lado, las lluvias extremas, han dejado innumerables inundaciones en muchos países en los últimos años. Según la ONU, la mitad de los daños económicos y humanos de los últimos 50 años causados por catástrofes están relacionados con el agua y con el clima. Siendo 1,3 millones de vidas perdidas en catástrofes relacionadas con el agua.
El cambio climático que estamos atravesando representa una gravísima amenaza y una oportunidad sin precedentes de invertir en la gobernanza del agua y los sistemas de gestión de los recursos hídricos y transformarlos para que la humanidad pueda prosperar en un futuro cada vez más incierto y variable.