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Junto a Ford realizamos 3 nuevas obras de acceso a agua y biosistemas en Santiago del Estero.

Junto a Ford Argentina, en el mes de mayo viajamos a Santiago del Estero con el fin de garantizar el acceso a agua segura y generar 3 biosistemas en las comunidades rurales de Vaca Human, Campo de Cejas y Chira, ubicadas en el departamento de Salavina.


El acceso a fuentes de agua potable y al saneamiento es un derecho básico y fundamental para garantizar una vida plena y el goce de todos los derechos humanos; ya que sin ella se ven vulnerados muchos otros como el acceso a la salud, nutrición, trabajo y autonomía. Lamentablemente, en nuestro país, el 38% de la población que vive en zonas rurales aisladas no goza del mismo. La mayoría de las veces, las familias que viven en esta situación deben recorrer varios kilómetros a pie, bicicleta o moto para conseguir unos pocos litros de agua por día.


Las obras de acceso al agua son el primer paso para cambiar esta realidad. Gracias a la instalación de aljibes y bombas de émbolo, con mejora de los techos y áreas de captación de aguas de lluvias, las comunidades pueden contar con este recurso esencial para todo desarrollo. Con el trabajo realizado en esta ocasión, pudimos garantizar este derecho a más de 250 familias.



Además, junto a la comunidad, en la promoción, capacitación e instalación de otras prácticas y tecnologías para que contribuyan al desarrollo sustentable de las comunidades. En ellas, las escuelas rurales funcionan también como comedores comunitarios, en donde se utiliza gas envasado para cocinar y para obtener agua caliente. Al disponer iodigestores, que a través de residuos orgánicos producen biogás; y colectores solares, que mediante la luz del sol permiten calentar agua, las instituciones pueden ahorrar energía, tiempo y recursos económicos al disminuir la necesidad de contar con gas envasado. Por otro lado, en la escuela de Chira establecimos una huerta y una compostera las que, gracias a contar ahora con agua, mejorará la oferta alimentaria para los niños y niñas, al tener acceso a una mayor cantidad de alimentos de alta calidad nutricional.


El funcionamiento de todas estas tecnologías en conjunto convierte a las comunidades en biosistemas, en decir, sistemas semi-cerrados que funcionan de una manera más circular y resiliente, disminuyendo la dependencia de fuentes externas. A partir de la emulación de la naturaleza, se busca transformar los desechos de un proceso en insumos de otros, y minimizar el impacto ambiental de nuestras actividades. En este caso, los residuos orgánicos generados en las escuelas se convierten en un recurso energético (biogás) y en fertilizante para la producción de alimentos (compost). A su vez, las obras de agua y el colector solar posibilitan la utilización de los recursos naturales locales, disminuyendo la dependencia de la provisión de estos de manera externa.


Todo esto contribuye al empoderamiento de las comunidades rurales y sus habitantes -mediante el trabajo conjunto con ellos en la instalación de las tecnologías y en la capacitación sobre su uso, mantenimiento y reproducción-, y a la construcción de la autonomía hídrica, energética y alimentaria de las comunidades rurales de una forma sustentable, la cual es indispensable para garantizar su verdadero desarrollo.



El agua es vida e indispensable para lograr el bienestar y desarrollo comunitario. Con estas 3 nuevas obras, ya son 15 las comunidades que, gracias a la alianza y trabajo conjunto con Ford Argentina, llevamos realizadas en los últimos 8 años, mejorando la calidad de vida y fortaleciendo la resiliencia de más de 3.5000 niños, niñas y adultos de escuelas y comunidad en las provincias de Santiago del Estero y Salta.


Podés conocer más sobre este y otros proyectos en nuestro sitio web.


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